Esta imagen es el resultado del proceso de aprendizaje de una técnica de transferencia de imagen electrográfica sobre plancha metálica. En concreto es la aplicación práctica de un procedimiento de transferencia de tóner mediante la aplicación de calor y presión.
Tras mucho trabajo, lectura, pensamiento y gasto, la sensación que tenía practicando este proceso era como cuando niño me pegaba calcomanías en un brazo, rodilla o mano. Raramente salían bien, pues solían moverse en un momento u otro, o quedarse parcialmente pegadas al soporte, rompiéndose la imagen que al añadir el otro trozo mostraba siempre un ligero desplazamiento o un pliegue sobre sí misma. A veces era el dedo, intentando comprobar demasiado pronto la fijación de la estampa, lo que estropeaba la sutil membrana. Después la imagen se deterioraba y se perdía en la textura de la piel.
Ese era el aspecto final de las planchas de prueba durante mi aprendizaje, así que superponiendo cuatro de ellas hice esta estampa y la bauticé con este nombre calcográficamente obsesivo.
Calcomanía. 11,4x17,2 cm. Transferencia de tóner sobre planchas de cobre. |